Me encontraba en el baño,
lavando mis manos, cuando escuché una gran explosión. Todo comenzó
a desmoronarse a mi alrededor. Me abracé a lo primero que pude, y
comencé a sentir como caía. En un segundo, todo se oscureció, no
sé cuánto tiempo pasó, pero al despertarme pude sentir mis piernas
presionadas y mi pecho aplastado. En la lejanía escuchaba cientos de
gritos; Desesperado intenté moverme, pero lo único que logré, fue
empeorar la situación. Una voz conocida, resonó. Era mi compañero
de escritorio, que llorando se preguntaba ¿por qué todo estaba tan
oscuro?,¿ por qué sentía tan frío su cuerpo?.
.- Miguel, se desmorono el
edificio.
.-Carlos!, ¿sos vos?, ¿Por
qué estoy tan frío?, ¿Qué me pasa?, no siento el cuerpo.
Rompí en llanto y no pude
contestar. .- Respondéme, por favor, no me dejes sólo.
.- No estas solo .- contesto
alguien.-
.- ¿Quién es?, ¿Quién
esta ahí?.
.- Somos muchos, pero no se
quién está vivo.
Al ver que éramos varios
intenté reponerme y comunicarme.
.-¿Quién más esta ahí?,
digan sus nombres.
.- Marita.
.- Pepe.
.- Agustina.
.- Ariel.
.- Samuel.
.- ¿Hay alguien más que
pueda responder?.- nadie contestó.- bueno solo somos seis, hay que
mantenerse en contacto, tenemos que apoyarnos, cuenten algo.- Marita
fue la primera en hablar.- Nos contó, que iba a ser mamá, que su
hijo iba a ser grande y fuerte, y que se convertiría en el mejor de
los cirujanos. Yo no podía dejar de llorar, me sentía como un
chico asustado, pero seguí oyendo. Agustina contó que su hermanito
estaba por cumplir los 3 años y que le había prometido que lo iba a
llevar al zoológico.
.-¿Y vos Miguel?, contà
algo, Miguel, MIGUEL!!!,....- El ya no respondió, y así todos
contaron su historia, entre llantos y gritos lejanos.
Más tarde me tocó a mí, y
no tuve nada que contar, sólo pensé, traté de imaginar que todo
esto había sido parte de una falla del edificio, tal vez un caño de
gas que explotó. Pero, en mi interior sabía de que se trataba,
porque yo fui parte, porque yo escuché y no hice caso, porque yo
trabajé y discriminé a mis compañeros de la misma forma que a mí
me discriminaron.
Y ahora ¿Qué sentido tiene,
todo ese odio estúpido, toda esa sectorización, que se generó por
las más estúpidas y viejas tradiciones humanas?, odiar, y pelear.
¡¡¡Ay!!!,... mi pecho,.... duele. En medio de la oscuridad sólo
pude escuchar unas palabras que se alejaban.
.- Carlos!!!, responde, decí
alg.........................................
Tal vez estos personajes no
hayan existido, pero sí otros, con las mismas esperanzas que cada
uno de nosotros. Y sus vidas, al igual que las de sus familias fueron
destruidas, por el egoísmo, la irracionalidad y la monstruosidad, de
una sociedad que permite que un loco o un grupo de ellos se adueñe
del control de sus miedos. Pero, ¿por qué no cambiar?, ¿por qué
no dejar atrás todos estos años de muertes sin sentido alguno?,
¿Por qué no podemos ser uno?. Porque en realidad, es una lástima
que no podamos ser hermanos.
~Enerone
~Enerone
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