Extraviado y observando todo sin temor me sumerjo en ese azul profundo y me interno hasta que se torna verde prado, con sigilo paso desapercibido y me interno en la memoria, quiero saber, tocar su alma e investigar quién fue y quién quiere ser, de esa manera sabré quién es.
Seguiré avanzando, escalando y ocultándome, necesito llegar a sus deseos, porque sé, porque estoy seguro de que voy a encontrarme en alguna imagen, en un sueño y asesinar así mi impaciencia, refrenar la carne, porque es débil y desea, cuando debería ser fuerte y obtener, o simplemente contemplar por fuera del deseo, pero no evolucioné al punto de poder quedar impávido ante su belleza, no logro quedarme callado ni esquivar la estúpida sonrisa que se dibuja en mis labios cada vez que la veo.
Inventaré las trampas mas ingeniosas para atrapar sus ratones y hacer de ellos caballos que me lleven en cada batalla por lograr ese ápice en que el azul sabe a rico y en el que la nada toma control y nos da una ojeada de como sería el absoluto éxtasis, ese punto en que los cuerpos comulgan y estallan en energía al punto en que los sentidos se amalgaman y permiten que miremos por la cerradura lo que hay mas allá.
Al compás de mis latidos intentar correr antes de que sus ojos se cierren, antes de quedar indefinidamente atrapado.
~Enerone
El juglar loco es una muestra de cuentos que quisieron nacer en mi mente. Bienvenidos!
viernes, 24 de julio de 2015
miércoles, 22 de julio de 2015
La muerte es una mujer rubia
Allí
me encontraba sobre el lecho, despierto, dormido, quizás moribundo,
entregado a la tiranía de mi más pura somnolencia.
Pude
ver el cómo entre neblinas y gotas de sudor la puerta se abrió, mi
corazón se detuvo por un momento, o dos, ¿quién era?, ¿qué
quería?, pregunté sin siquiera abrir la boca. Y allí estaba
majestuosa, sus rubios cabellos contorneaban su cadera, sus ojos sólo
penetraban en mi mente, el profundo azul de su mirada me embebía en
maravillosas pesadillas de lujuria. ¿Quién era? seguía
preguntando, mientras ella no hacia más que acercarse, su figura
resaltada en seda negra me permitía ver sus redondeados senos, mi
mente parecía estallar, ¿qué estaba haciendo?, en un instante, se
montó sobre mi y comenzó a hacerme el amor, no podía creer lo que
sentía, mi cuerpo estaba frío pero aun así sudaba. Sus movimientos
eran perfectos, como si me conociera de toda la vida. Y así llegó
el final y cayó rendida sobre mí, giré su rostro e intenté
besarla, pero no lo permitió. Me volvió a mirar, y con una suave
voz me dijo.- aún no es tiempo, pero ya llegará el día en que te
unas a mí por siempre.-, ¿quién sos?, volví a preguntar,
ella se levantó, tiró su cabello hacia atrás y mientras se
alejaba suavemente me dijo, no soy más que tu propia muerte.
En
ese mínimo segundo mis ojos se abrieron y pude ver el rostro del
desesperado cirujano que acababa de salvarme. Y desde ese instante soy feliz y ya no temo a ese momento porque será el día que me toque volver a bailar
con la hermosa dama de negro.
~Enerone
~Enerone
Duchas separadas
Lágrima ardiente de brillante
sudor, recorre su vientre, sin sentir temor por lo que suceda,
piérdete en las maravillas del descubrimiento de un segundo de
pasión. Locura desenfrenada, te invito a jugar en nuestras almas,
para que nos perpetúes como el cálido sol y el viento lo hacen con
la tierra. Sentimiento alocado que te vistes de amor y me muestras tu
cuerpo sin ropajes bañados en tabúes, enséñame lo más profundo
de ese lago de empinadas pendientes y perlas color rocío. Guíame
en un destello de luz hacia la eternidad de un por siempre juntos, de
un por siempre uno.
Te extraño, solo
te fuiste un segundo y te extraño, trato de entender que tan solo
estas a metros míos, empapada en dichosas gotas de lluvia que se
pierden en tu cuerpo. Pero no logro entender, ¿por qué cuernos yo
no estoy ahí?. ¿Cuánto vas a tardar?, no deseo que los segundos se
pasen sin estar a tu lado. Los minutos se pierden en mi ahogo, en la
falta del oxigeno que me da tu boca, vuelve a mi, porque yo deberé
correr con tu mismo destino y las gotas que te bañan no serán las
mismas que bañen mi piel, de modo que tendré que seguir deseando
tus caricias, al menos hasta que yo vuelva y deje de tenerte a unos
metros para definitivamente poseer tu cuerpo junto al mío.
sábado, 11 de julio de 2015
La demoledora de mentes
¿Qué más hay?, ¿qué, mas
podemos esperar?, si tan sólo podemos correr para no ser atrapados
por esa asquerosa doctrina de silenciosos alaridos, pidiendo libertad
sin saber que ellos mismos dibujan los barrotes de sus celdas de
goma. Vuela, vuela lejos hijo mío, no permitas que te metan en sus
redes de azucarado papel verde, no permitas que te atrapen como si no
fueras más que una servil abeja, no los dejes encerrarte en sus
criptas de pegajosa política.
Escápate, porque de otra
forma no serás más que otro costal de huesos con el cual
pavimentaran su camino al poder. Corre y busca ayuda, ve y encuentra
a alguien que se conmueva por un pájaro herido o destile una
lágrima al ver el anochecer o que tan sólo no te encasille en un
arquetipo con marco de carey, asegurando que eres de alguna marca o
alguna raza. Porque si no lo hacés, el día de mañana tu mujer
será una judía, tus hijos unos chinos, tu madre una negra, tu padre
un católico y vos no vas a ser mas que un estúpido sudaca.
Lo tenés en tus manos y
podés mostrarles que no existe diferencia alguna, que no hay
genéticamente una raza mejor que otra y que existe un sentimiento
que los puede unir. Pero mientras tanto y hasta que logres tu
cometido, huí porque también te van a cazar, porque vas en contra,
porque gritás verdades de carne y hueso y no realidades de papel.
Huí, corré, volá, escapá o
quedate y dejáte morir como un engranaje más de ésta sociedad,
de esta máquina de fabricar imbéciles, que toma mentes que brillan y las mete en cajas que cual agujeros negros apresan la luz para que nunca salga salga.
Pero acordate si te quedás, la culpa es tuya.
~Enerone
Pero acordate si te quedás, la culpa es tuya.
~Enerone
Realidades soñadas
Qué hacías ahí tan sola?,
¿en qué pensabas?, ¿qué visión es ésta que me hizo verte?,
recordarte. ¿Por qué, tan sólo se me permitió observarte, y no
acercarme para darte calor?,¿ cuál fue la razón para que no
pudiéramos ser bañados por la misma luna en esa inmensa playa?.
Quería que me dijeras que te sucedía, pero distante buscabas en el
horizonte ¿quién sabe qué?. Dame la mano -te grité-, y no
pudiste escuchar, sólo seguiste contemplando ese horizonte, y yo
contemplándote a ti.
La tenue luz de la luna te hacia brillar,
dibujando el contorno de tu cuerpo en el agua, tus cabellos a merced
de viento destellaban como la madera crujiente de un fogón que a tu
lado se encontraba. Quería que me hablaras, pero no, simplemente te
diste vuelta y me miraste, y allí, en tus ojos hallé mi perdición,
y pude sentirme caer en ellos, pero de todos modos no pude siquiera
acariciar tu mejilla con mi mano, no pude besarte como lo hubiera
deseado . Ya que el viento me alejó hasta hacerte desaparecer.
Desesperado, intente aferrarme pero mis ojos se abrieron, la realidad
me invadió y como si de un golpe se tratara, te desvaneciste entre
la bruma de algo que pudo ser.
Y tan sólo pedí algo al destino, que
algún día aunque de un sueño se trate, ese viento que te llevó,
te vuelva a traer.
~Enerone
viernes, 10 de julio de 2015
Los que volvieron
Juan!!!, Juan!!!... ahí
vienen los gurcas, ayúdame no puedo moverme, no, no,
nooooooo!!!!.....
Sudando volví a despertarme
sobre la fría banca de esta plaza, su voz resonando en mis oídos,
me atraviesa el corazón como mil dagas que sin piedad recuerdan
que no pude salvarlo, que ese nene de 18 años no volvió a respirar
porque no fui lo suficientemente rápido.
Pero recibí mi merecido
porque junto con él se fue mi pierna y cada noche en cada sueño
también se va mi vida. Sólo masticando esta porquería puedo
alejarme, al menos un poco del dolor, de la desesperación que me
causa la indigencia, de la desilusión que de a poco se convierte en
resignación al ver que a nadie le importa que yo haya arriesgado mi
vida, que cada vez que alguien me observa baja la mirada y acelera
el paso, sintiendo lástima, ¿quiénes se piensan que son?, ¿qué
derecho tienen a sentir pena por mi?
Aunque no haya recibido nada
a cambio lo que hice lo hice por mi patria, lo hice porque en mi
pecho yace ondeando la azul y blanco, y en lo más profundo de mi
corazón aun fulgura el orgulloso sol, que sabe lo que hice y dejé
de hacer.
Pero hay algo que no entiendo,
si yo le di mi pierna y mi futuro a la patria, ¿por qué al menos no
soy dueño de mi propia dignidad?, ¿por qué mis huesos se hielan a
la intemperie?, ¿por qué tengo miedo de que la poli me cague a
palos?, ¿por qué no puedo dejar esta basura que me envenena y
adormece los pocos sentidos que me quedaron?, ¿Estamos aún en
guerra?
Todavía suelo verlos,
escondidos tras los arbustos, agazapados, esperando que yo les de la
espalda, para poder calentarse las manos con mi sangre, pero no los
voy a dejar.....
¿ Qué habrá sido de mi
novia?, ella era tan hermosa, era todo lo que tenía en este mundo,
recuerdo que le dije, .- me voy para que el día de mañana nuestros
hijos puedan disfrutar de una patria con su nombre, para que al alzar
su cabeza cuando saluden a nuestra bandera cada amanecer, puedan
seguir confundiéndola con el cielo.-, sí, eso le dije, y me fui,
dejándola con una esperanza de vida juntos. Y cuando volví, ya no
estaba, nunca volví a verla. Intenté reponerme, laburar, pero nadie
quiso a un discapacitado, a un inútil de una sola pierna, que sólo
había perdido su vida para que otros pudieran vivir en libertad.
Hoy tan sólo puedo sobrevivir
gracias a esa gente que miserablemente me tiene pena, y me tira las
pocas monedas que le rompen los bolsillos, con las cuales compro esa
basura que me quita el dolor. A veces pienso bajo esta noche sin
estrellas, que afortunado fuiste nene, al morir a manos de los
bárbaros de otras tierras. Porque tu muerte fue rápida, y
seguramente te lloraron, mientras a mi me escupen por el sólo hecho
de haber sobrevivido, y ¿sabés qué es lo peor?, que hasta yo me
tengo lástima, porque esta vida, ya no es vida, y a diferencia de tu
suerte a mi, me están matando mis hermanos.
~Enerone
Perdóname hijo mío
Cuando nació, fue el mayor de
mis orgullos, el pibe, el varoncito, que más podía pedir, yo que
siempre le rogué al cielo para que no me diera nenas. Mientras lo
tenía en brazos podía imaginar sus primeras palabras, cuando
aprendiera a jugar a la pelota, cuando me contara de sus mujeres,
cuando me dijera me "me caso" y hasta el día en que me
pusiera a mi nieto en brazos. Y así, al grito de "felicidades
es un varón", comenzó su vida como hijo y yo la mía como
dichoso padre.
Mis sueños se
estaban cumpliendo, lo escuché decir, papá, y mi corazón salto de
mi pecho. Un día fui a verlo jugar al fútbol y aunque era medio
tronco, se bancaba los golpes bien a lo macho, ese era mi hijo!!!!.
En sus estudios era el mejor, en todo lo que hacia era bueno, sólo
había una parte de mis añoranzas que no se cumplía, las mujeres no
aparecían, ni una noviecita ni nada, y pensando que tal vez seria un
poco tímido, decidí llevarlo a uno de esos lugares donde por buena
plata, se podía conseguir una excelente psicóloga, va, lo llevé a
un puterio. Así , que una noche le pedí que me acompañara, y lo
llevé al mejor lugar de Bs. As.; al termino de una hora, mi sonrisa
de padre realizado se borró al verlo salir llorando, y al sentir el
abrazo de pánico e histeria que me dio.
Bajando la mirada,
lo tomé y me fui, ambos volvimos a casa envueltos en un silencio
sepulcral. Al llegar, corriendo se bajó del auto y fue a su
habitación, mientras yo, con mi frente contra el volante derramé la
primera de un millar de lágrimas. De golpe, mi hijo amado, comenzó
a alejarse, y yo en un frío cubo de hielo, hice caso omiso; no
quería saber nada, el más grande de mis anhelos había sido
destruido, al menos en actitudes, pero los hechos no tardaron en
aflorar.
El ya no decía a
donde iba, comenzó a vestirse de forma rara y sus notas descendían
velozmente. Una noche, desesperado, revisé sus cajones y allí
estaban, si allí estaban, me había hecho feliz una vez más, eran
preservativos, con el pecho hinchado bajé las escaleras y con una
sonrisa socarrona, esperé en el sillón su llegada.
Cuando entró lo
abracé con todas mis fuerzas, gritando ,"este es mi hijo!!!",
pero sin anestesia me dio la patada más grande que recibí en mi
vida, cuando me dijo que quería presentarme a su pareja y aún más
contento abrí la puerta para encontrarme con un hombre. En ese
momento fui invadido por el más absoluto sentimiento de asco y sin
poder siquiera pensar eché a mi hijo, sí, lo puse de patitas en la
calle.
A la semana recibí
una carta suya que decía que se iba fuera del país junto con él;
lo odié, no podía ser mi hijo. Discutí con su madre y también se
fue. Y así seguí recibiendo sus cartas, cartas que nunca abrí,
pero de a poco mi furia hacia él, fue desapareciendo, y se fue
convirtiendo en ese sentimiento de culpa que se clavaba en mi
conciencia, dándome cuenta que siempre sentí que yo lo empujé a
irse, por mi egoísmo. Un día comencé a extrañarlo y al limite de
la desolación me aferré a la bebida y así caí en lo más bajo, ya
me había convertido en uno de esos viejos borrachos que lloran su
pasado y le echan culpas a las calles. Pero un día en mi cumpleaños
numero sesenta, Dios me dio un último regalo, cuando tirado en mi
esquina al borde del eclipse, una fornida mano me levantó, y me
dijo,. - Papá, papá, te encontré, sos abuelo.-, y entre lágrimas,
me presento a su hijo adoptivo. Mientras me contaba que me buscó
durante años, no hice más que pensar en lo estúpido que fui al
marginarlo por el sólo hecho de no aceptar que mi hijo era más que
libre de hacer lo que deseara, y aunque mi mano dejó caer la botella
que me embriagaba y mis ojos no volvieron a ver la vida, mi alma
descansa tranquila, porque sus oídos me llegaron a escuchar decir,.-
perdóname hijo mío no sabía lo que hacía.
~Enerone
~Enerone
Pobres Almas
Los llantos resonaban en un
derruido edificio, las lágrimas del cielo bañaban la acera, el
viento, tempestuoso, azotaba los antiguos ladrillos.
Y un cuerpo se
arrastraba por sus sombras. Un relámpago, iluminó el lugar, era un
viejo, sus llantos de dolor erizaban la piel, y en sus ojos yacía la
oscuridad de la ceguera. Andrajoso y medio muerto por el frío se
arrastraba hacia quién sabe dónde. Hacia su muerte quizás. Pero
sus llantos no eran los únicos, y otro relámpago encendió la
noche, dejando ver a un pequeño crío envuelto en su manta, sólo,
absolutamente sólo. El viejo se arrastró hacia él y lo tomó en
sus brazos, trato de acunarlo, pero al notar que su berrinche no
paraba, lo acompañó y también se puso a llorar, un llanto sin
lágrimas. Más tarde, el silencio los invadió y mientras el bebe
dormía, el viejo le contó historias de su vida, historias de voces,
ya que sus ya muertos ojos no recordaban imágenes. Pero el silencio
les volvió a mostrar su rostro, nada alteraba el claro sonido, salvo
el último respiro de dos almas que juntas vivieron el ocaso de la
miseria.
El amanecer coronado por el sol rompiendo un techo de nubes,
dio vida a un lugar que jamás la tuvo, o si, pero no hubo remedio
porque el destino decidió que ese bebe no habría de conocer la vida
y que ese viejo ya había vivido demasiado.
~Enerone
~Enerone
Sexo
Increíble sensación, que me
transportas entre tus ríos de fuego, permíteme bañarte en el sudor
de mis venas. Llévame entre las lenguas de tu lívido, hacia el más
distante de los parajes, hacia donde mi cuerpo pueda asfixiarse en un
millón de orgasmos, hacia donde un eclipse de luna encienda en mi
interior el poder de la pasión.
Permite que mi
mente vuele, que nada me encierre entre estúpidos tabúes que
denoten la irracionalidad de mis genes, déjame descubrir todos los
caminos hacia los que lleva tu senda. Dame esa paz que transmite el
tener las vertientes de ese agridulce néctar que parte de sus
entrañas y que lubrica mi imaginación, para verla como esa fruta
prohibida que me condenará a salir del paraíso, y a vivir entre los
deseos de la carne, los hermosos deseos de la carne.
Masturba mi cuerpo
y déjame conocerme, conocer los confines de mi conciencia, conocer
mi cuerpo, el cual está fabricado para brindar y brindarme placer.
Has que mi alma se regocije entre las sensaciones de lo que no se
debe, que mi perversidad se convierta en experiencia y no en culpa,
que mi alma se libere en tu mundo y se deje llevar por esa guía de
placeres no permitidos, que encriptados por mi raza, por miedo a
liberar la verdadera conciencia, me fueron ocultados por
generaciones. Saco de emociones que en tu espalda llevas la vida del
mundo, que le das camino al génesis, y eres la llave de la
concepción, no permitas que te encasillen entre penumbras de temor,
ilumina con tu luz a los pobres estúpidos que no saben o se prohíben
el saber de tus maravillas.
Sin ti no existe
más que la nada, sin tus influjos sobre la piel de quien desea ya no
hay deseo, porque eres enorme y controlas, porque sin tu vos no
existe el culminante grito, ese grito que genera un segundo de paz,
y termina en una gota de sudor que rueda por la frente y se mezcla
con el sudor ajeno.
Quiero saber, lo
necesito, debo experimentarte en todas tus formas, o quizás en la
única, en esa única inconsciencia que liberará mi cabeza de
antiguas censuras. Eres único, porque conjugas el odio, el amor, la
resignación, el egoísmo, la entrega, la seducción, la carne, la
pasión y nos entregas el placer del clímax ajeno, de ese vuelo
elitista que acompañado por un beso nos lleva al zenit de lo
inexplicable.
Hoy solo se que
estás y estarás por siempre en el ayer y en el mañana de un
presente alucinante en el cual el deseo siempre carcomerá mi
interior hasta saciar su sed en ese río de fuego, que liberará en
mis venas todo el poder de la vida.
~Enerone
jueves, 2 de julio de 2015
Cruda Realidad
Desolación, miedos que se
escurren entre los dedos de un valiente, sangre que se mezcla con el
sudor de quien yace helado sobre la tierra. Una mano sobre el hombro,
una lágrima en la escalera, el despertar de una pesadilla que jamás
termina. ¿Qué será de ese pobre niño azul que sólo espera y
espera?, a alguien que simplemente crea que salvar su vida vale la
pena.
Cuan lejos
está la razón, cuanto más la verdad, cuan irascible es a veces
recorrer este sendero. Que difícil es reunir las penas y las
desilusiones, con las alegrías y las emociones de la vereda de
enfrente. El rostro del alma de alguien a quien adrede, no dejamos
que conociera la vida, un mate amargo llorando junto a un amigo, la
sonrisa de una madre, el silencio de nuestra muerte, el consuelo de
un desconocido, una lágrima que rebota en el piso y causa un temblor
en el espíritu, un ciego que miente y jura que puede ver, un sordo
que dice la verdad y se enoja jurando que escuchó al ciego, un
racista que ama al prójimo escondiéndose tras su swastica y un
idiota que lo sigue, una patada en la inconsciencia colectiva, en esa
puta idiosincrasia que nos cría infelices haciéndonos creer que
somos mejores, mientras la vida nos empuja al fondo del tacho, el
sentir que nuestro pecho se hincha mientras sostenemos en brazos a
nuestro propio hijo, el primer beso, la independencia, la euforia, la
violencia, decir un piropo, regalar una roza o tan sólo la ya tantas
veces prometida luna, decir un sí, acepto, susurrar al viento un te
amo, caer al suelo como un idiota y no levantarse para seguir
luchando, vederse de mil maneras.....
Todo es
parte de la vida, de la podredumbre que permitimos que genere la
sociedad que nos rodea, de un yo no me meto, de un a mi no me sucede,
sin mirar que algún día puede pasarnos lo mismo que a ese viejo
solitario, que vive tras el banco de una plaza.
Amor Vs Realidad
Hola, que tal, yo soy tu
invención, tu creación, soy quien vos quieras ver, quien vos
quieras que sea, soy la causa de muchos asesinatos, de muchos
suicidios y tal vez hasta sea la causa de tu vida.
Muchos, desde hace
¿quién sabe cuánto?, me consideran una realidad, algo que existe
por el sólo hecho de que así es. Pero nadie sabe que yo no estoy
estipulado, que no pueden atraparme entre arquetipos, que nadie puede
controlarme si no se da cuenta de que él mismo es quien me creó.
Todo en mi es tan cierto como
la imaginación humana, imaginación que me da vida, que me modela
como si fuera arcilla. En ocasiones, por citar algunas, me hace
romántico, mezclando la falta de autoestima, con un poco de poesía
y una pizca de creatividad, o tal vez me forma obsesivo, agregándome
odio y una cucharada colmada de insatisfacción sexual. Y así me
puede seguir agregando elementos como para deformarme a su gusto.
Pero de todos modos no existo como un hecho, nadie me puede palpar,
nadie puede decir que logró verme, salvo idealizando una estructura
que ya está metida en su mente, que ya ha sido impresa durante
generaciones, generaciones que estúpidamente intentaron encontrar
una razón que fuere más allá de la procreación, para algo que
siempre dio vergüenza, tal vez porque da ese placer que transporta,
o tan sólo se hizo tabú porque da al hombre la libertad y a
muchos quizás no les convenga. De todos modos siempre me utilizaron
para tapar huecos, siempre fui una excusa para que alguien pudiera
quitarse la vida, o para que alguien se odiara por no tenerme. Hasta
me encontraron un hermano gemelo opuesto, el odio, quien en su
perversidad me iguala en mi supuesto poder, quien posee entre sus
principales dones, la agresividad, el celo, el egoísmo. Estúpidos,
no saben que están hablando de lo mismo, que tanto el odio como yo,
siempre seremos esas palabras con las que toda su vida empaquetarán
una pila de emociones sin nombre que en ocasiones no serán más de
lo que yo siempre seré, una invención, una invención que siempre
será tomada como excusa para suicidarse, asesinar, o en algunas
ocasiones dar vida.
~Enerone
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