viernes, 10 de julio de 2015

Sexo


Increíble sensación, que me transportas entre tus ríos de fuego, permíteme bañarte en el sudor de mis venas. Llévame entre las lenguas de tu lívido, hacia el más distante de los parajes, hacia donde mi cuerpo pueda asfixiarse en un millón de orgasmos, hacia donde un eclipse de luna encienda en mi interior el poder de la pasión.

Permite que mi mente vuele, que nada me encierre entre estúpidos tabúes que denoten la irracionalidad de mis genes, déjame descubrir todos los caminos hacia los que lleva tu senda. Dame esa paz que transmite el tener las vertientes de ese agridulce néctar que parte de sus entrañas y que lubrica mi imaginación, para verla como esa fruta prohibida que me condenará a salir del paraíso, y a vivir entre los deseos de la carne, los hermosos deseos de la carne.

Masturba mi cuerpo y déjame conocerme, conocer los confines de mi conciencia, conocer mi cuerpo, el cual está fabricado para brindar y brindarme placer. Has que mi alma se regocije entre las sensaciones de lo que no se debe, que mi perversidad se convierta en experiencia y no en culpa, que mi alma se libere en tu mundo y se deje llevar por esa guía de placeres no permitidos, que encriptados por mi raza, por miedo a liberar la verdadera conciencia, me fueron ocultados por generaciones. Saco de emociones que en tu espalda llevas la vida del mundo, que le das camino al génesis, y eres la llave de la concepción, no permitas que te encasillen entre penumbras de temor, ilumina con tu luz a los pobres estúpidos que no saben o se prohíben el saber de tus maravillas.

Sin ti no existe más que la nada, sin tus influjos sobre la piel de quien desea ya no hay deseo, porque eres enorme y controlas, porque sin tu vos no existe el culminante grito, ese grito que genera un segundo de paz, y termina en una gota de sudor que rueda por la frente y se mezcla con el sudor ajeno.

Quiero saber, lo necesito, debo experimentarte en todas tus formas, o quizás en la única, en esa única inconsciencia que liberará mi cabeza de antiguas censuras. Eres único, porque conjugas el odio, el amor, la resignación, el egoísmo, la entrega, la seducción, la carne, la pasión y nos entregas el placer del clímax ajeno, de ese vuelo elitista que acompañado por un beso nos lleva al zenit de lo inexplicable.
Hoy solo se que estás y estarás por siempre en el ayer y en el mañana de un presente alucinante en el cual el deseo siempre carcomerá mi interior hasta saciar su sed en ese río de fuego, que liberará en mis venas todo el poder de la vida.

~Enerone

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