sábado, 11 de julio de 2015

La demoledora de mentes


¿Qué más hay?, ¿qué, mas podemos esperar?, si tan sólo podemos correr para no ser atrapados por esa asquerosa doctrina de silenciosos alaridos, pidiendo libertad sin saber que ellos mismos dibujan los barrotes de sus celdas de goma. Vuela, vuela lejos hijo mío, no permitas que te metan en sus redes de azucarado papel verde, no permitas que te atrapen como si no fueras más que una servil abeja, no los dejes encerrarte en sus criptas de pegajosa política.

Escápate, porque de otra forma no serás más que otro costal de huesos con el cual pavimentaran su camino al poder. Corre y busca ayuda, ve y encuentra a alguien que se conmueva por un pájaro herido o destile una lágrima al ver el anochecer o que tan sólo no te encasille en un arquetipo con marco de carey, asegurando que eres de alguna marca o alguna raza. Porque si no lo hacés, el día de mañana tu mujer será una judía, tus hijos unos chinos, tu madre una negra, tu padre un católico y vos no vas a ser mas que un estúpido sudaca.

Lo tenés en tus manos y podés mostrarles que no existe diferencia alguna, que no hay genéticamente una raza mejor que otra y que existe un sentimiento que los puede unir. Pero mientras tanto y hasta que logres tu cometido, huí porque también te van a cazar, porque vas en contra, porque gritás verdades de carne y hueso y no realidades de papel.

Huí, corré, volá, escapá o quedate y dejáte morir como un engranaje más de ésta sociedad, de esta máquina de fabricar imbéciles, que toma mentes que brillan y las mete en cajas que cual agujeros negros apresan la luz para que nunca salga salga. 

Pero acordate si te quedás, la culpa es tuya.

~Enerone

No hay comentarios.:

Publicar un comentario