miércoles, 24 de junio de 2015

Tonto corazón


Mi corazón recuerda, recuerda con pasión momentos de mi niñez, desea, y le pregunta al presente ¿por qué creció? y se convirtió en pasado. Hoy me siento un chico y ya no puedo serlo, pero no importa, nada importa si estás ahí, no me dejes, mátame o ámame para que el destino no me traicione una vez más. No dejes que por fin llegue a creer que no soy, y nunca seré, no me permitas caer entre brumas que enceguecen, no permitas que una puerta que no se abre me oculte.

¿Por qué me haces esto?, ¿por qué no puedo verte?,¿ por qué no me das la certeza?, déjame ver en tu interior y asesinar mis ideas si es que no tienen razón de ser. Te deseo y cuanto más lo hago, mas lejos te vas, ¿cuál es la razón?, ¿qué maldito masoquismo es este que me lleva a necesitarte en mis venas, en mi cuerpo?. Bríndame tus labios y ya no reconoceré escudos ni banderas, dame tu corazón y te perteneceré, aléjate y me curare de este mal que desgarra mis ideas, desaparece en el horizonte y llévate contigo la esperanza de mis sentidos, pero no me lleves a la desesperación de la duda.


Permíteme imaginarte, verte entre las lágrimas de mi corazón, quisiera perderme y llegar a soñarte, entre nubes y estrellas, pero al menos tenerte. Te veo allí sobre mi cama, majestuosa y esperándome, haciéndome creer tan sólo por un segundo que me perteneces. Déjame entrar y conocer tu interior, zambullirme en tus ojos y entre colapsos eclípticos, atravesar todas las barreras que el tiempo y los hombres cerraron, hasta llegar al mismo centro de tu alma, glaciar de barro donde mis manos intentaran hacerte nacer nuevamente. Deseo moldear y crear, déjame escribir poesía en tu interior, y así liberar con el poder de la pluma la gran represa de la desconfianza, para que el río de la esperanza vuelva a inundar tu sangre.


No permitas que me equivoque, porque no hay salida de un laberinto en donde sólo existe una entrada. No me dejes sentir, no deseo lastimar a águila, dar pie al buitre para que se alimente de la carroña, hacer que las estrellas crezcan en mis manos, o regalar la luna. Tan sólo deseo sentir y creer que el amor es más que un engaño, que una lucubración de mi propia mente, que una mentira de mil generaciones, que en tus ojos veo la verdad, y que en tu piel puedo encontrar un mundo virgen en experiencias por recorrer. Necesito creer, que puedo amar, que ese sentimiento existe como una fuerza poderosa que va más allá de la imaginación humana, o tan sólo saber que mientras la sangre fluya por mis venas seré un estúpido idealista, que golpeándose y cayéndose, se levantará de lo más profundo del poso, para jurar que la mentira más grande del hombre existe y que más allá de las fronteras de lo conocido puede amar. 

~Enerone 

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