Mi corazón recuerda, recuerda
con pasión momentos de mi niñez, desea, y le pregunta al presente
¿por qué creció? y se convirtió en pasado. Hoy me siento un chico
y ya no puedo serlo, pero no importa, nada importa si estás ahí, no
me dejes, mátame o ámame para que el destino no me traicione una
vez más. No dejes que por fin llegue a creer que no soy, y nunca
seré, no me permitas caer entre brumas que enceguecen, no permitas
que una puerta que no se abre me oculte.
¿Por qué me haces esto?,
¿por qué no puedo verte?,¿ por qué no me das la certeza?, déjame
ver en tu interior y asesinar mis ideas si es que no tienen razón de
ser. Te deseo y cuanto más lo hago, mas lejos te vas, ¿cuál es la
razón?, ¿qué maldito masoquismo es este que me lleva a necesitarte
en mis venas, en mi cuerpo?. Bríndame tus labios y ya no
reconoceré escudos ni banderas, dame tu corazón y te perteneceré,
aléjate y me curare de este mal que desgarra mis ideas, desaparece
en el horizonte y llévate contigo la esperanza de mis sentidos, pero
no me lleves a la desesperación de la duda.
Permíteme imaginarte, verte
entre las lágrimas de mi corazón, quisiera perderme y llegar a
soñarte, entre nubes y estrellas, pero al menos tenerte. Te veo allí
sobre mi cama, majestuosa y esperándome, haciéndome creer tan sólo
por un segundo que me perteneces. Déjame entrar y conocer tu
interior, zambullirme en tus ojos y entre colapsos eclípticos,
atravesar todas las barreras que el tiempo y los hombres cerraron,
hasta llegar al mismo centro de tu alma, glaciar de barro donde mis
manos intentaran hacerte nacer nuevamente. Deseo moldear y crear,
déjame escribir poesía en tu interior, y así liberar con el poder
de la pluma la gran represa de la desconfianza, para que el río de
la esperanza vuelva a inundar tu sangre.
No permitas que me equivoque,
porque no hay salida de un laberinto en donde sólo existe una
entrada. No me dejes sentir, no deseo lastimar a águila, dar pie al
buitre para que se alimente de la carroña, hacer que las estrellas
crezcan en mis manos, o regalar la luna. Tan sólo deseo sentir y
creer que el amor es más que un engaño, que una lucubración de mi
propia mente, que una mentira de mil generaciones, que en tus ojos
veo la verdad, y que en tu piel puedo encontrar un mundo virgen en
experiencias por recorrer. Necesito creer, que puedo amar, que ese
sentimiento existe como una fuerza poderosa que va más allá de la
imaginación humana, o tan sólo saber que mientras la sangre fluya
por mis venas seré un estúpido idealista, que golpeándose y
cayéndose, se levantará de lo más profundo del poso, para jurar
que la mentira más grande del hombre existe y que más allá de las
fronteras de lo conocido puede amar.
~Enerone
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