¿Qué hacías ahí tan sola?,
¿en qué pensabas?, ¿qué visión es ésta que me hizo verte?,
recordarte. ¿Por qué, tan sólo se me permitió observarte?, y no
acercarme para darte calor, ¿cuál fue la razón para que no
pudiéramos ser bañados por la misma luna en esa inmensa playa?.
Quería que me dijeras qué te sucedía, pero distante buscabas algo
en el horizonte. Dame la mano -te grité-, y no pudiste escuchar,
sólo seguiste contemplando el horizonte, y yo contemplándote a ti.
La tenue luz de la luna te hacia brillar, dibujando el contorno de tu
cuerpo en el agua, tus cabellos a merced de viento destellaban como
la madera crujiente de un fogón que a tu lado se encontraba. Quería
que me hablaras, pero no, sólo te diste vuelta y me miraste, y en
tus ojos hallé mi perdición, pude sentir el como caía en ellos,
pero de todos modos no pude siquiera acariciar tu mejilla, no pude
besarte como lo hubiera deseado. Ya que el viento me alejó hasta
hacerte desaparecer. Desesperado, intente aferrarme pero mis ojos se
abrieron y la realidad me invadió. Como si de un golpe se tratara,
te desvaneciste entre la bruma de algo que pudo ser.
Y tan sólo pedí algo al
destino, que algún día, y aunque de un sueño se tratara, ese
viento que te llevo, te vuelva a traer.
~Enerone
No hay comentarios.:
Publicar un comentario