Mujer

Sentir, crear, enseñar, son algunos de tus más grandes dones, hacer que de la semilla crezca la flor, que en medio de la aridez comience la vida.

Y sos culpable, sí, culpable de hacerme sentir un rey y al minuto un estúpido, sos capaz de completarme, de llenar el vacío de mi mente y hacerme caer en medio de la nada. ¿Por qué me confundes?, ¿ por qué te ocultas en tu debilidad haciéndome creer que soy tu dueño, si en realidad sabes que te pertenezco?. Que raro artilugio utilizó el destino para crear tu perfección, tu pureza, esa endemoniada atracción que ensordece la mirada y ciega la mente, que enamora las lágrimas de un corazón si te vas y lo libera de su prisión de soledad cuando te acercas.

Si tan solo supieras las desilusiones y la admiración que me has causado desde que te vi por primera vez, no comprendía como podía ser que en una sola persona yacieran tantas, que puedas ser tan dulce como la hija que aun no tuve, tan hermosa como la esposa que voy a tener, tan comprensiva como mi madre, o tan histérica y tierna como mis hermanas.

Ojos, que asesinan mi mente, y enternecen mi alma hasta hacerme pensar que todo lo que quieras te lo puedo dar, cuerpo asimétrico que en la diversidad de las formas encuentra el equilibrio y me pierde en tu balance. ¿Qué voy a hacer si no te tengo?, ¿qué seria de mi vida, que en realidad ni siquiera sería, de no existir tu delicada presencia en este mundo?. Llama viviente de cristalino rocío, que humedeces mis ideas y las consumes entre tus párpados, que en ese océano de paz que albergas en tu interior, me aletargas hasta hacerme dormir el eterno sueño, que esclavizas mi voluntad hasta lograr que mi existencia y mi pasado se pongan a tus ordenes, que tienes toda la fuerza del génesis en tu vientre, copa de donde algún día parirás a mi hijo y de donde ya me pariste, hay una sola conclusión a todo esto, eres la perfección y su antítesis al mismo tiempo, sabes cuando ser todo y cuando desaparecer, y sabes que eres la mitad de mi ser, esa mitad que Dios separó de mi alma, separando el todo en dos partes iguales, un todo que sólo existe como una unidad, y que cae en la nada del más profundo abismo si no esta la MUJER. 

~Enerone